La desnuda verdad

Comencé a dibujar cajones. El horror en recortes para cada uno. Colores brillantes y puros para esconder, encerrar y escapar. Cerraduras fantásticas, con relieves y filigranas con las que embellecerlas. Cada una con su llave, cada horror con su belleza exterior. Pues así sin querer escribir escribí, sin querer soltar solté, sin querer llorar lloré, …